A la espera de la puesta en marcha de la nueva Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), la educación en el medio rural continua con el mismo problema que en el siglo XIX:
somos un apéndice de un texto jurídico.
Hace más de un siglo y medio la situación de la escuela rural en nuestro país era la siguiente:
Artículo 100 En todo pueblo de 500 almas habrá
necesariamente una Escuela pública elemental de niños, y otra, aunque sea
incompleta, de niñas.
Las incompletas de niños sólo se
consentirán en pueblos de menor vecindario.
Artículo 101 En los pueblos que
lleguen a 2.000 almas habrá dos Escuelas completas de niños y otras dos de
niñas.
En los que tengan 4.000 almas
habrá tres; y así sucesivamente, aumentándose una Escuela de cada sexo por cada
2.000 habitantes, y contándose en este número las Escuelas privadas; pero la
tercera parte, a lo menos, será siempre de Escuelas públicas.
Artículo 102 Los pueblos que no
lleguen a 500 habitantes deberán reunirse a otros inmediatos para formar juntos
un distrito donde se establezca Escuela elemental completa, siempre que la
naturaleza del terreno permita a los niños concurrir a ella cómodamente; en
otro caso cada pueblo establecerá una Escuela incompleta, y si aún esto no
fuera posible, la tendrá por temporada.
Las Escuelas incompletas y las de
temporadas se desempeñarán por adjuntos o pasantes, bajo la dirección y
vigilancia del Maestro de la Escuela completa más próxima.
Artículo 103 Únicamente en las
Escuelas Incompletas se permitirá la concurrencia de los niños de ambos sexos,
en un mismo local, y aun así con la separación debida.
En ningún momento se ha tenido en cuenta la autonomía pedagógica de las escuelas rurales. Desde la Administración se plantean y publican órdenes de regulación (para Colegios Rurales Agrupados)de estructuras organizativas y administrativas de doble lectura y poco concisas, qué más que una cierta libertad a la hora de organizar las vías de comunicación con los agentes educativos, lo que vienen a decir es algo así como un "arréglate como puedas".
De esta manera ha sucedido con las distintas leyes de educación desde la Ley del 70 hasta nuestros días. Por si esto fuese poco en Castilla La Mancha ni siquiera tenemos regulada la cantidad mínima de alumnos/as necesarios para abrir un centro, en comparación con esto hasta la Ley Moyano parece más concienciada con el medio rural.
Sobre estos asuntos os dejo un texto de un Maestro y Doctor en Pedagogía que bien conoce la problemática.